por 
-Nombre: Willie Dagget, más conocido como "Wild Willie".
-Edad: 47 años mal llevados, la vida era dura.
-Ocupación:Construir su pequeña casa, solo con sus manos. Sus anteriores trabajos todos estuvieron relacionados con ser agente de la ley, ayudante aquí, Sheriff halla...
-Intereses: Llegar a ser el Sheriff de aquella ciudad, aunque por ahora mantenía para sí sus intenciones.
-Familiares: Desconocido. Ni él mismo lo sabe. Sabe que tubo unos padres que en algún momento de sus años de juventud murieron. Y nunca encontró una mujer lo suficientemente loca como para aguantarle durante más de un par de días seguidos.
-Descripción: Él mismo se había labrado su propio futuro, sus propias oportunidades. No había sido ni la divina providencia, ni su maldito ángel de la guarda ni si quiera era pariente de o hijo de, para que nadie le tuviese el menor respeto. Wilde Willie se enorgullecía y sacaba pecho cada vez que tenia la más mínima oportunidad de contar la historia de su juventud y como su rapidez, pero sobretodo su cabeza fría le habían librado de la muerte en innumerables ocasiones. De semblante risueño y sonrisa(casi siempre irónica) en la boca, no daba el perfil del típico tío duro, de típico vaquero fuerte callado y formal. No muy alto, apenas si sobrepasaba el 1,70, no estaba para nada en forma ya a sus años y ni si quiera vestía de una forma especialmente llamativa. Solía llevar una camisa azul y unos pantalones vaqueros. Si hacia algo de frío se echaba algo por encima, pero poco más. No era un hombre de excesos, pues supo retirarse a tiempo de esa vida.No se arrepentía. Ni mucho menos, cuando contaba aquellas historias lo hacia entre carcajadas, limpiándose las lagrimas de puro gozo.Pero aquello ya fue hace mucho tiempo y aunque había cambiado con los años seguía siendo ese hijo de perra, era un hijo de perra adaptado a la sociedad. Pero dejando atrás todo aquello a lo único que aspiraba era a tomar café, sentado en su mecedora sobre el porche de su pequeña casa. Eso si, con la estrella de latón en el pecho.
